18 de octubre de 2011

Estudio de Fenómenos Sociológicos. Caso: Colectivo averiado

Quienes hayan tenido la (des)gracia de haber viajado en un colectivo de mediana o larga distancia que en medio de su recorrido se rompe, y tiene que esperar horas para que el móvil sea reparado (o atado con alambre) conocerá y comprenderá lo que estoy a punto de escribir. Quién nunca haya pasado por dicha experiencia, le recomiendo que se aventure y salga a recorrer nuestras rutas, porque eventualmente uno de esos colectivos se romperá.
Sección 1:
La cronología se sucesos no siempre se da de la misma manera, pero los fenómenos que allí ocurren son siempre presentes.
Momento -1:
La rotura todavía no ocurrió pero los distintos fenómenos físicos (lease: vibraciones varias, olor a quemado, humo, ruidos varios, etc.) anuncian la inminencia del hecho. No hace falta consultarle a una pitonisa, cuando el humo negro empieza a entrar en el coche, (aunque no sea el monstruo de "Lost") siempre es buena idea salir corriendo del mismo.
Momento 0:
El coche se detiene (habitualmente de manera brusca, haciendo llorar a los niños, perder los lentes a las ancianas, derramar mate a los estudiantes, etc.). En este momento es cuando algunos de los que venían despiertos pierden el sueño. Las exclamaciones de indignación comienzan a ser escuchadas, dirigidas a:

  1. El chofer (quien salvo que se haya chocado una vaca con el colectivo, no tiene [en la mayoría de los casos] culpa sobre la rotura.
  2. La empresa (a la que no le importa un huevo que los desafortunados pasajeros queden varados en medio de la ruta)
  3. Las rutas (que salvo que el colectivo haya caído dentro de un cráter, tampoco tienen la culpa)
  4. El gobierno provincial, por no hacer nada al respecto del control de las unidades utilizadas por la empresa
  5. El gobernador, porque nunca se subió a un colectivo.
  6. El gobierno nacional, porque es una vergüenza como están  las rutas.
  7. La Sra. Presidente, porque ..... porque si.
Luego se entra al plano de lo metafísico y allí también se asignan culpas:
  1. el destino
  2. las figuras sagradas (dependiendo de la religión)
  3. Dios / los Dioses
  4. el diablo
  5. y por ahí sigue la lista.
Además de ir lentamente reacomodandose los pasajeros, ya se da por terminado este momento.
Momento 1:
El coche se encuentra varado al lado del camino, las primeras señales de ofuscación se empiezan a hacer notar, mientras los insultos de algunos pasajeros comienzan a inundar los pasillos de la unidad. En este momento es que surgen algunas personalidades ocultas en los pasajeros y empiezan a actuar de maneras poco convencionales. A continuación una breve lista y descripción de cada una de estas personalidades:

  1. Los ofuscados/indignados: estas personas empiezan a proferir insultos a diestra y siniestra. Interrogan al chófer, probablemente pensando o imaginando que con todas las preguntas van a lograr que el colectivo se arregle como por arte de magia.
  2. Los Fumadores: estas personas están ansiosas de sentir el sistema hidráulico accionar las puertas del coche para saltar hacia el exterior y dar vía libre a su adicción. Este se convierte en un subgrupo que comienzan a confraternalizar movidos por la acción de ligazón producida por la intoxicación de nicotina y otros químicos. Si el clima acompaña, estos pasajeros solo retornaran al coche si este vuelve a funcionar; en caso contrario, cuando el clima se empeña en cagar un poco más el viaje, una vez terminado el cigarrillo lentamente vuelven a sus lugares.
  3. Los mecánicos: este es uno de los grupos más interesantes. Estas personas, en su mayoría, cree que por haber leído un poco sobre mecánica de los motores de combustión interna, poseen las habilidades necesarias para realizar las operaciones requeridas para poner en funcionamiento nuevamente la unidad motor. Entre ellos se generan pequeñas discusiones acerca del diagnostico y prognosis de la rotura, aunque rara vez consiguen hacer algún tipo de acción significativa con respecto a la unidad varada en la ruta.
  4. Los resignados: estos son habitualmente pasajeros crónicos, que viajan mas de una vez por semana y que ya están acostumbrados a los devenires de los coches. Estos permanecen en sus asientos, realizando cualquier actividad que habitualmente desarrollan durante los viajes (dormir, leer, mandar mensajes de texto, corregir evaluaciones, planificar la semana, tomar mates, etc). Estos pasajeros son los mas apacibles y fáciles de tratar ya que esperan tranquilamente las indicaciones del chófer, sin ningún tipo de expectativas de pronta solución al problema que aqueja la unidad. 
  5. los anecdotarios: estas personas comienzan a entablar relaciones  con cualquier pasajero y relatan experiencias anteriores de viajes, de su casa, de sus cónyuges, de sus hijos, del verdulero de la esquina y cualquier otra ficcionalización que se le venga a la cabeza en el momento de aburrimiento. Es recomendable tratar de evitar a estas personas porque pueden llegar a dar motivos sobrados para convertirse en victimas de un crimen violento. 
Momento 2: 
Esto ocurre entre los 20 minutos de la rotura del colectivo y una hora desde la rotura. Los pasajeros comienzan a charlar entre ellos y se subdividen en 3 grandes grupos.
  1. Los dirigentes: son aquellas personas que comienzan a fantasear con reparar el colectivo por su cuenta, hacer reclamos masivos a la empresa o al ente regulador correspondiente. Parecen estar planeando una coup d'etat dentro del colectivo. Pueden ser muy molestos y es mejor siempre mantenerse a una distancia prudencial de los mismos. 
  2. Los desertores: en este grupo se encuentran aquellos que empiezan a llamar a familia y amigos para que los vayan a rescatar del calvario que están viviendo. Lentamente comienzan a llegar los vehículos de los diferentes salvadores y el colectivo empieza a vaciar lentamente. Esta situación es deseable, ya que en su mayoría estas personas son los que insultan o molestan al resto de los pasajeros. También en este grupo se encuentran los que se aventuran a viajar a dedo hasta su destino final, situación que muchas veces lleva a insultos y/o peleas entre otros que también desean desertar y se ofuscan ante la "suerte" de los que son llevados. 
  3. Los resignados: en su gran mayoría los que no se unen a los intentos de toma forzosa por parte de los dirigentes, o abandonan la nave herida desertando cuales ratas del navío que lentamente zozobra, lentamente comienzan a resignarse y toman una actitud pasiva esperando la reparación de la unidad.
Momento 3: 
Desde la hora de la rotura hasta que se emprende el camino en la unidad reparada, o en un nuevo coche.
Aquí la mayoría de los pasajeros se encuentran en una actitud de resignación total, solamente marcando una diferencia aquellos que bajan y fuman un cigarrillo de vez en cuando. En este punto es en el que los pasajeros comienzan a charlar de manera mas abierta, haciendo chistes, alguna vieja que intenta formar parejas, otros que musicalizan el momento etc. Este punto es de vital importancia ya que definirá el próximo momento. 
Momento 4: 
al retomar el viaje las conversaciones se van haciendo mas escasas y de a poco comienzan a retomar sus asientos los diferentes pasajeros. Quienes hayan leído "La Autopista del Sur" del gran Cronopio, sabrán identificar este momento al del final de dicho cuento, cuando unos se queda buscando a  la muchacha del Dauphine o a Taunus entre la multitud de normalidad que lentamente recobra el viaje. Quienes no lo hayan leído lo recomiendo para entender este momento, ya que solo leyendo ese cuento podrán entender este ultimo momento.

Es así como finaliza este primer estudio fenomenológico de caso. En próximas ediciones se verán: Exámenes finales, esperando el turno al dentista (o proctologo) y levantamiento en boliches.

Disfruten de sus vidas y los espero en próximas ediciones. 
  

11 de octubre de 2011

Ahora que todo es a medida...

Mis queridos lectores, les propongo que elijan el titulo para la próxima entrada de mi blog. Los títulos pensados para dicha entrada son:

  1. Cazuela (metareceta de como hacer un guiso)
  2. El apéndice de la sombra (relato poco feliz de la extirpación psicológica de la niñez)
  3. La prosa del joven camionero (estrepitosos versos de una vida poco lustrosa)
  4. La tormentita (obra sobre la lucha de poder entre la luz y la oscuridad entre dos jubiladas)
  5. 1987 (cuento enmarañado de sucesos encontrados y muchos lugares comunes) 
La mesa esta armada señora, ahora agarre el menú y pida nomas